Ya hace un tiempo que se habla de Windows 7, el nuevo sistema operativo de Microsoft y del que se dice que comerá muy pocos recursos y se centrará en el usuario, incluso que arrancará en tan solo 15 segundos. Parece ser que la primera beta estará disponible ya en breve y podremos comprobarlo por nosotros mismos, pero ¿qué tiene que ver el título del post con todo esto?…
Aunque el título pueda parecer algo alarmista puede tener algo de sentido si pensamos que Linux ha venido haciendo incursiones en las ventas de PC y sobretodo en portátiles ligeros, los llamados netbooks, debido a que Linux va muy bien con memoria limitada y procesadores poco potentes. Y si ahora resulta que Windows 7 trabaja bien con éste tipo de ordenadores puede significar un corte de alas para Linux. Todo está por ver, pero si es verdad que Windows 7 necesita tan pocos recursos para chutar, el leve despegue de Linux puede decaer en gran medida, porque seamos realistas, preferimos un Windows aunque nos cueste el dinero debido a la inercia del pasado y es que cambiar el chip cuesta mucho trabajo por mucho que un Linux sea ya tan fácil de manejar como Ubuntu, una de sus distribuciones más en boga éstos últimos tiempos por su facilidad de manejo y semejanza a Windows.
El gran handicap de Linux Ubuntu es que las aplicaciones más populares no chutan en éste sistema operativos aunque haya otras que las sustituyan y además son gratuitas en la mayoría de los casos.
Sobretodo en las empresas no se apuesta fuerte por Linux porque la mayoría de aplicaciones de gestión están orientadas a Windows, menos mal que ya existen algunos lenguajes multiplataforma y pronto tendremos a Velneo V7 para programar aplicaciones de gestión en plataformas como Mac y Linux, además de Windows.
Tiempo al tiempo…
… Bueno, pues ha pasado el tiempo y prácticamente todo sigue igual, luego vino Windows 8 y fialmente Windows 10, y la familia Linux sigue con su pequeña cuota de mercado, pero ahí sigue.